La hipoacusia o pérdida de audición es un trastorno auditivo que afecta a la capacidad para escuchar sonidos en diferentes grados. Puede afectar a personas de todas las edades, desde adultos mayores hasta bebés. Los primeros pueden ser consecuencia del propio envejecimiento o de la prolongada exposición al ruido. Los segundos, pueden desarrollarse al momento de nacer o manifestarse durante la primera infancia a raíz de una infección o medicamentos ototóxicos.
En este artículo nos centramos en la hipoacusia infantil; en las principales señales de alarma, sus consecuencias en el crecimiento y desarrollo y en los diferentes métodos de diagnóstico que empleamos en la Clínica Otorrinolaringología Sagrada Familia.

Foto representativa de una niña con hipoacusia infantil | Fuente: Unsplash
La sordera en niños es una patología que sufre tanto el propio paciente como los que están a su alrededor, en concreto, padres, tutores y familiares próximos. La incapacidad para oír afecta, sobre todo en una temprana edad como es el caso de bebés y niños, a su desarrollo cognitivo, social y del lenguaje, así como al aprendizaje y a su crecimiento natural.
Por lo general, los niños con discapacidad auditiva suelen aislarse del resto por la dificultad de relacionarse y aprender nuevos conceptos. A menudo, se confunde con cansancio y desinterés, por lo que la atención y acompañamiento de los mayores es fundamental para detectarlo y remediarlo. Otra de las consecuencias que sufre el paciente con hipoacusia infantil es la dificultad para hablar y aprender un lenguaje para comunicarse. Si no son capaces de oír correctamente, no pueden asimilar nuevos conceptos y, por tanto, el proceso de aprendizaje es mucho más lento que el de un niño que oye correctamente.
Hipoacusia infantil: principales señales de alarma en bebés y niños
Durante los primeros días, incluso meses de vida del bebé, es de suma importancia que los padres presten mucha atención a todos sus movimientos para detectar si oye correctamente. El oído es de los primeros sentidos que se desarrolla en el vientre de la madre, por lo que de normal debería reaccionar a los estímulos externos como música, sonidos, ruidos o voces. De lo contrario, se debe visitar a un doctor otorrinolaringólogo para que evalúe el caso y determine un diagnóstico que remedie la situación y mejore su calidad de vida.
Algunos de las principales señales que alertan de una anomalía en el sistema auditivo son:
- No girarse o no seguir con la mirada la fuente de ruido o estímulo sonoro.
- No calmarse con la voz de la madre; pues, no la oye y/o no la reconoce correctamente.
- No emitir sonidos y/o no balbucear.
- No responder a su nombre.
- No emitir palabras a los 15 meses de vida.
- No formular frases sencillas a los 48 meses de edad.
Una detección precoz de la sordera en el paciente en su primera infancia permite identificar si se trata de una patología congénita y/o hereditaria y el grado de la deficiencia auditiva. De esta forma, se puede iniciar un tratamiento y rehabilitación que le permitirá desarrollar un lenguaje oral, mejorar su comunicación y conseguir la integración del niño. Asimismo, mejorar el desarrollo intelectual, emocional y social que le permitirá tener un mejor rendimiento escolar y futuro profesional.
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Durante los primeros días, incluso meses de vida del bebé, es de suma importancia que los padres presten mucha atención a todos sus movimientos para detectar si oye correctamente.
Mi bebé ha sido diagnosticado de hipoacusia infantil. ¿Qué debo hacer?
Si en los primeros días de vida e incluso durante la primera infancia detectas algunas de las señales descritas anteriormente, lo primero que debes hacer es visitar a un otorrinolaringólogo para que realice los métodos de diagnóstico más adecuados.
En la Clínica ORL Sagrada Familia contamos con métodos de cribado aptos para recién nacidos que determina el grado de sordera que presenta el pequeño paciente.
- Cribado auditivo universal: consiste en realizar una prueba de otoemisiones acústicas (EOA) para evaluar la respuesta del oído del recién nacido. Este examen permite identificar casi todas las hipoacusias congénitas o presentes en el nacimiento. En caso de detectar algún posible problema o anomalía en el sistema auditivo, se realiza una audiometría de tronco cerebral para detectar los diferentes estímulos sonoros. Esta prueba, llamada “Prueba de respuesta auditiva del Tronco Cerebral (PEATC)”, es más profunda y consiste en colocar electrodos en la cabeza para medir la actividad eléctrica y su respuesta a los estímulos, así como información sobre la función del sistema auditivo central.
Finalmente, y, si se confirma la pérdida auditiva, se lleva a cabo una evaluación más exhaustiva para determinar la causa y grado de sordera o hipoacusia. Con el fin de mejorar la calidad de vida del paciente se establece un tratamiento como intervenciones, audífonos o implantes cocleares, según sea necesario.
- Audiometría: se emplea, principalmente, en niños mayores y adultos y mide la capacidad de la persona para escuchar sonidos en diferentes frecuencias y niveles de intensidad. La audiometría determina el umbral de audición y la naturaleza de la pérdida auditiva. Al igual que en la prueba anterior, si se confirma la pérdida auditiva se valora el mejor tratamiento para mejorar su calidad de vida.
En la Clínica ORL Sagrada Familia tratamos los problemas de la oreja y su audición a través de exploraciones microscópica.
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