La nariz es una protuberancia situada en el centro de la cara. Sus funciones son vitales para el ser humano: es la responsable del sentido olfatorio y forma parte del sistema respiratorio.
El sentido del olfato es el encargado de detectar y procesar los olores. Convierte las estructuras químicas presentes en el ambiente en el olor que percibimos. Sin este sentido no sería posible oler las flores en primavera o al café recién hecho por las mañanas, entre otros. La nariz, junto a la función de los pulmones y músculos respiratorios hacen posible la inhalación y la exhalación. Y, el otorrinolaringólogo es el responsable de diagnosticar y tratar las patologías originadas en esta zona.
Anatomía de la nariz:
La nariz está formada por la pirámide y las fosas nasales. Dentro de estas encontramos el tabique nasal, los cornetes y los meatos, que son los espacios donde drenan los senos paranasales y las lágrimas. Y, en distintas áreas de la nariz se encuentran los sensores del olfato.
Es recomendable gozar de una buena salud nasal, pues, desarrollar patologías en esta zona puede alterar su función y ocasionalmente llevar al paciente en una intervención quirúrgica como la septoplastia y la turbinoplastia.
Septoplastia y turbinoplastia: en qué consisten?
La septoplastia es una cirugía que corrige cualquier problema en el tabique nasal que, además, de dar forma a la nariz y separar las fosas nasales, el tabique es el responsable de sostener la nariz para el correcto desarrollo de la fisiología nasal. Cuando esta pared interna está desviada provoca que una fosa nasal sea más pequeña, obstruyendo así, una parte de la nariz y reduciendo el flujo del aire: una de las vitales y principales funciones de la nariz.
Tener el tabique desviado puede venir de nacimiento o bien, haber padecido una lesión en la nariz. En ambos casos, es recomendable realizar una septoplastia para solucionar dicha anomalía. La cirugía consiste en rectificar el tabique resecando y reposicionando las estructuras que lo forman con la finalidad de mejorar la ventilación nasal. La intervención no dura más de 1 hora y, en función del diagnóstico y del historial del paciente, puede realizarse con anestesia general o local.
Por otra parte, y de forma ocasional, puede existir un agrandamiento o una hipertrofia de los cornetes y necesitar tratamiento para solucionarlo.
La cirugía quirúrgica de los cornetes se llama Turbinoplastia y consiste en reducir su tamaño por diferentes técnicas. Su realización es recomendable cuando el paciente no tiene una buena respuesta a la medicación.
¿Cuáles son los síntomas o signos de tener el tabique desviado o los cornetes hipertrofiados?
No existen unos síntomas como tal que den alerta de tener el tabique desviado o los cornetes hipertrofiados, aunque, sí una serie de signos que dificultan el día a día del paciente:
- Congestión nasal
- Dificultad para respirar por la nariz (en uno o ambos lados)
- Ronquidos
- Respiración ruidosa
- Obstrucción nasal que cambia de lado cuando nos acostamos
- Mal aliento
- Cansancio al hacer actividad física
En el caso de tener alguno de los anteriores, consúltalo con tu otorrinolaringólogo especialista para una exploración física e inspección interna y externa de la nariz.