ORL Sagrada Familia

¿Tu hijo/a sufre de roncopatía? Ojo: ¡Podría merecer una valoración ORL!

La edad pediátrica de un niño o niña es clave para su correcto desarrollo, tanto físico como psíquico. Estar alerta a posibles alteraciones permite hacer un diagnóstico a tiempo y actuar con agilidad. En el área de la otorrinolaringología, es muy común que los niños/as padezcan obstrucción de la vía respiratoria con claros síntomas de roncopatía, entre otros. La principal causa es el aumento de tamaño de las amígdalas y de los adenoides, denominado hipertrofia. 

 

Los niños/as que a menudo padecen resfriados podrían también roncar por las noches, pero, una vez que el constipado se acaba, lo más habitual es que la ronquera desaparezca. Si por el contrario, tu hijo/a sigue roncando cada noche, aunque ya no esté resfriado, merece una valoración con un otorrinolaringólogo especialista. La roncopatía, de hecho, puede estar acompañada por apneas nocturnas que provocan una mala calidad del sueño con somnolencia durante el día e incluso irritabilidad.

Delante de un cuadro de roncopatía con o sin claras apneas del sueño, lo más recomendable es una valoración ORL para que el otorrinolaringólogo pueda sugerir un estudio dirigido y decidir si instaurar un tratamiento médico o quirúrgico de extirpación llamado adenoamigdalectomia.

 

¿Cuáles son las causas de la roncopatía con o sin apneas? 

Las amígdalas son parte de lo que llamamos el anillo linfático faríngeo que está compuesto por: las amígdalas palatinas (conocidas popularmente como amígdalas), amígdala faríngea (adenoides), amígdalas peritubaricas y amígdala lingual. Todo el anillo, en su conjunto, constituye una barrera inmunológica para infecciones del tracto respiratorio. 

El aumento de su tamaño puede dificultar el correcto paso de aire y provocar la obstrucción de la vía respiratoria, causando así, roncopatía y un trastorno respiratorio del sueño llamado “síndrome de apneas-hipopneas del sueño (o SAHS)”. Por tanto, padecer amígdalas y adenoides hipertróficas provoca el cierre persistente de la vía aérea. A diferencia de padecer un constipado en que la mocosidad y la inflamación restringen temporalmente el paso de aire. 
 

Los signos clínicos que pueden hacer sospechar de un SAHS son:

  • Ronquidos
  • Obstrucción nasal crónica
  • Pausas respiratorias (eventos llamados apneas)
  • Respiración oral nocturna
  • Alteraciones maxilofaciales (paladar estrecho, ojival, maloclusiones dentales). 

La incidencia del síndrome de las apneas obstructivas del sueño en la población pediátrica (entre los 3 y 5 años aproximadamente) es del 1-5%. Recientes estudios demuestran una relación significativa entre padecer SAHS y otras patologías como:

  • Retraso del aprendizaje
  • Trastornos cognitivos y de la memoria
  • Escaso rendimiento escolar
  • Enfermedades cardiovasculares
  • Obesidad 

Es por eso que, durante el desarrollo físico y psíquico del niño/a hay que estar atento a los síntomas anteriores para avaluar el caso y determinar un diagnóstico a tiempo. 

Recientes estudios demuestran una relación significativa entre SAHS y otras patologías como: retraso del aprendizaje, trastornos cognitivos y de la memoria, escaso rendimiento escolar, enfermedades cardiovasculares, obesidad.

 

 

¿En qué consiste la intervención quirúrgica? 

El diagnóstico y la indicación a la cirugía se basa, por un lado, por criterios anatómicos, y por otro, vía exámenes y estudios que valoren la función respiratoria mediante: la pulsioximetría y la polisomnografía. Es decir, un método que determina el porcentaje de saturación de oxígeno en los tejidos y un estudio del sueño que registra múltiples parámetros fisiológicos, respectivamente. 
Aunque la cirugía puede realizarse a cualquier edad, se recomienda que el paciente tenga un peso superior a los 10Kg y sea mayor de 12 – 14 meses. Ya que, en la edad adulta, se puede sufrir más complicaciones. Generalmente, pero, la operación se suele realizar a los 3 – 5 años. 

El doctor otorrinolaringólogo especializado es el responsable de diagnosticar la patología. Lo más común es proceder a una intervención quirúrgica denominada adenoamigdalotomia. Consiste en extirpar parcialmente las amígdalas palatinas y los adenoides. En caso de extirpar completamente las amígdalas palatinas, se denomina amigdalectomía

Las indicaciones quirúrgicas de amigdalectomía completa son representadas, principalmente, por:

– Amigdalitis agudas recurrentes (infecciones bacterianas con fiebre elevada y malestar)

– Abscesos periamigdalinos 

Hay que respetar unos criterios para poder programar una intervención de amigdalectomia por amigdalitis agudas recurrentes, que tienen que ser valorados atentamente por el especialista ORL.

En ambos casos, se interviene bajo anestesia general y a través de la cavidad oral: se pueden utilizar varias técnicas como tijeras, bisturí eléctrico o radiofrecuencias. 


En la Clínica Sagrada Familia contamos con el Dr. Fabio Collurà, Otorrinolaringólogo especializado en el tratamiento médico y quirúrgico de la patología rinosinusal. Además, atiende todo tipo de trastornos que afectan los oídos y la audición, así como afecciones de cabeza y cuello.

 

 
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